Si estás pensando que Agadir no tiene nada que ofrecer de la cultura marroquí estás equivocado. Desde su enorme playa hasta los valles montañosos de las afueras. Te voy a mostrar 10 cosas que no te puedes perder de esta ciudad:
1. Caminar por la Corniche de la playa de Agadir
Con poco más de cuatro kilómetros de playa, caminar la corniche es una de las cosas imprescindibles para conocer la ciudad. Desde aquí podemos apreciar cómo Agadir depende mucho económicamente del turismo ya que verás hoteles y restaurantes que van desde los más económicos (hay un Mc Donalds) hasta los más lujosos.
2. Subir a Agadir Oufella
Esta montaña tiene las mejores vistas panorámicas que puedes apreciar de Agadir, para subir a ella puedes tomar un bus desde el pie de la montaña (vale unos 10 dirhams aprox.). Puedes subirla caminando (como hice yo) y así tendrás tiempo para apreciar la ciudad desde el camino, pero debes ir preparado ya que son alrededor de 40 minutos (¡lleva agua!). Los locales que trabajan arriba suelen tomar atajos cortando gran parte del camino pero esto no lo recomiendo ya que estos senderos están lleno de espinas. ¡Solo hazlo si eres aventurero y bajo tu propio riesgo!
3. Visita el Souk El Had
Este es uno de los mercados más grandes de Marruecos. Está situado en el centro de la ciudad y es sin duda uno de los lugares más bulliciosos de Agadir. Puedes conseguir una gran variedad de productos allí: ropa, comida local, especias, incluso dispositivos electrónicos que van desde memorias SD hasta cámaras digitales. Es toda una experiencia.
4. Prueba el té
Es muy común que alguien te invite a beber el té, los marroquíes son muy hospitalarios así que si te ofrecen un poco no lo dudes y acéptalo. ¡Rechazarlo es de mala educación! El lugar donde me invitaron más té fue en el Souk El Had ya que me quedaba hablando con los vendedores y al minuto ya me estaban ofreciendo el beber el té con ellos.
5. Prueba el Cuscús y el Tajin
Estos platos son los más típicos de Marruecos. El cuscús es una comida que se suele hacer los viernes y que reúne a las familias para que coman todos juntos. El tajin es una especie de estofado hecho en un plato con una tapa de forma cónica, lleva muchas especias y puedes conseguirlo hecho de cordero, pollo o ternera.
6. Visita la Medina de Agadir
Esta medina es una reconstrucción de la original, que fue destruida por un terremoto. Es un sitio precioso que te da una idea de cómo es la arquitectura típica de la región. Cobran unos 40 dirhams para entrar, que en mi opinión es un precio razonable si te gusta apreciar este tipo de cosas. Para llegar allí debes ir en bus o taxi ya que está un poco alejado del centro de la ciudad.
Suelen haber camellos en la entrada, ¡que para mí es un atractivo añadido!
7. Regatea
Es tradición el negociar el precio de las cosas, es normal ver que en las tiendas nada tiene un precio asignado ya que todo está abierto a que se regatee. Si no lo haces es posible que se lo tomen a mal.
8. Carga Dirhams en efectivo
Esta es una sociedad que en su gran mayoría trabaja con efectivo. Algunos restaurantes y tiendas aceptan tarjeta pero lo normal es tener efectivo para todo. Usa los cajeros automáticos del aeropuerto ya que muchos de los cajeros de la ciudad cobran comisiones para retirar efectivo.
9. Si visitas una mezquita o un hogar, debes descalzarte
En Agadir no suelen dejar entrar a las personas que no son musulmanas a las mezquitas, pero si logras entrar no olvides descalzarte. Igualmente, si te invitan a algún hogar, no olvides hacerlo.
10. Compra especias marroquíes
Si te ha gustado la comida marroquí, te puedes llevar las especias que usan en su comida. Las puedes conseguir en el Souk El Had. ¡No olvides regatear!
Si te sobran días en Agadir…
Puedes ir al Parque Nacional de Souss-Massa, hacer una excursión hacia el desierto del Sahara o ir a uno de los Valles ubicado en la zona montañosa al norte de Agadir. Cada una de estas opciones pueden llevarte un día entero por lo que sólo las recomiendo si vas con mucho tiempo.
¿Es seguro ir allí?
Marruecos está llena de cosas por descubrir y es un país muy seguro, sólo hay que estar atento en los lugares donde haya mucha gente para evitar algún carterista (cosa que también sucede en las grandes ciudades de Europa), pero me he conseguido a gente muy amable en mi viaje, fueron muy hospitalarios conmigo y eso es un recuerdo muy bonito que me llevo de allí.
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