Ir de mochilero a través del mundo es una opción muy viable para aquellos que quieren ir a conocer el mundo pero no disponen de los recursos suficientes como para permitirse lujos. He cruzado Asia de punta a punta por tierra desde Estambúl hasta Shanghai con sólo dos mochilas y te voy a contar cómo las he armado para aprovechar al máximo todo el viaje.
Equipaje:
Esto es lo más importante de tu viaje; es lo que vas a llevar encima durante todo el tiempo que estés en tu aventura por lo hay que dedicarle especial atención. En mi viaje por Asia he llevado una mochila de viaje/camping de 75 litros y una mochila adicional que cargaba en el pecho de 40 litros.
Elegir la(s) mochila(s) para tu viaje dependerá varios factores como la duración del mismo, los tipos de clima a los que te vas a enfrentar, tu tipo de viaje; si vas a ir de camping o solo te quedarás en ciudades, si te moverás en bici o usarás trenes… pueden existir muchos factores que condicionen el tipo de equipaje que debas llevar, pero lo importante es entender que se busca de reducir al máximo el peso y el volumen de lo que llevaremos. Encontrar ese punto perfecto puede ser muy difícil pero tampoco necesitamos la perfección, debemos encontrar el balance entre la comodidad y la eficiencia.
Cruzar Asia fue mi primer viaje largo, estuve más de dos meses fuera de casa y estaba convencido de que iba a llevar cosas que probablemente no iba a acabar utilizando. No te preocupes mucho por esto, nos suele pasar a todos. Fui consciente de ello en el momento de armar la mochila principal, tuve en cuenta el peso y volumen de todos los artículos y en base a ello empecé a seleccionar todo empezando por lo imprescindible.
Ropa:
Lo primero fue elegir la ropa, en este apartado tuve que considerar el tipo de clima al que iba a encontrarme y elegir en función de ello. Sabía que iba a pasar en verano por países calurosos como Irán pero también iba a llegar a latitudes muy altas por querer cruzar Siberia, además de querer visitar la capital más fría del mundo, Ulán Bator. Para tu viaje, ten una idea de la ruta que quieres hacer e investiga qué tipo de clima te vas a encontrar, esto ya te dará una idea clara del tipo de ropa que debes escoger.
Esto me obligaba a seleccionar ropa ligera y a llevar capas para evitar pasar frío. Además, hay que tener en cuenta que hay países que obligan a mantener una vestimenta muy conservadora como Irán, en donde no se permite estar en público en pantalones cortos y las mujeres deben llevar velo. Son cosas que a mucha gente le podrá molestar pero lo cierto es que hay que seguir esas normas para evitar meternos en problemas.
En mi caso he llevado mucha ropa interior y calcetines ya que no ocupan mucho espacio y te puede permitir estar un tiempo sin lavar ropa (ya hablaremos de ello), Camisetas justas para estar una semana (aunque yo me las ponía dos veces, siempre que no las haya sudado). Dos pantalones cortos pero en retrospectiva podía haber dejado uno porque si bien los usé muchos días no son algo que debas lavar después de un solo uso. Lo que más vestí fueron mis pantalones con bolsillos cargo que probablemente usé en más de la mitad del viaje. Llevé unos vaqueros pero estos no eran muy prácticos ya que se echa en falta el no tener más bolsillos pero vienen bien por si quieres vestir mejor en algún día en específico. Una camiseta de manga larga y una sudadera para aquellos días donde hiciera frío y si bien acabé usando solo un par de días es algo que agradeces haber equipado cuando lo necesitas. Llevé un bañador porque sabía que podía ir a la playa o a algún lago y no quería perderme la oportunidad de meterme al agua (además, no ocupa espacio) y por último una muda de ropa ligera para dormir.
Probablemente hayas notado que estuve orientado a llevar ropa funcional, eso no quiere decir que debas sacrificar tu estilo de vestir pero para mí fue fundamental tener todas las necesidades cubiertas antes de pensar en llevar una pieza de ropa que ocupará un espacio y peso extra en tu equipaje. El balance entre funcionalidad y estilo lo debes decidir tú y siempre estará limitado al espacio que tengas.
Calzado:
Para el calzado he llevado unas zapatillas de senderismo que he utilizado en la mayoría del viaje, unas zapatillas converse ya que al ser de tela se puede minimizar el espacio que ocupan y unas chanclas para ducharme y caminar en los hostales.
Lo ideal sería llevar un solo calzado que puedas usar para todo tipo de ocasión, el calzado suele ser voluminoso y puede ser difícil encontrar un espacio en la mochila donde encajen sin problemas pero si eres capaz de llevar un par adicional que sea ligero y no ocupe espacio puede ser una opción interesante para tener variedad en el calzado. Aún así, mi recomendación es enfocarte en la comodidad porque es probable que camines mucho y tus pies siempre deben estar en buen estado.
Accesorios:
Los accesorios que considero imprescindibles son una toalla de microfibra que acabé utilizando casi todos los días (en los hostales no te suelen dar toallas a menos que pagues más), siempre viene bien tener una botella de agua a mano y también llevé un chubasquero que no acabé utilizando pero si vas de senderismo te puede salvar de estar empapado en el caso de una lluvia fuerte. Los artículos de higiene personal como el cepillo de dientes, jabón, champú y demás pueden ir en una bolsa pequeña. No te preocupes mucho por llevar grandes cantidades porque esto lo puedes conseguir en cualquier parte del mundo.
Equipo adicional:
Te recomiendo usar cubos de equipaje ya que ayudan a organizar tu mochila y a maximizar el espacio, existen bolsas de compresión que ayudan a exprimir aún más el espacio pero suelen ser más caras. En cualquier caso esto es algo que debes decidir tú ya que cada mochila es distinta.
No he llevado equipo de camping ya que mi intención siempre fue quedarme en algún alojamiento. Si estás considerando esta opción es importante tener en cuenta todo el equipo vas a necesitar ya que suelen ocupar espacio, aunque mucho de este equipo es posible llevarlo amarrado en la parte externa de la mochila.
La mochila adicional es algo de lo que podía prescindir porque aún me sobraba espacio en mi mochila de 75 litros y podía utilizar una mucho más pequeña para llevar los documentos y objetos de valor. Sin embargo, como he estado documentando el viaje y trabajando en el camino decidí llevármela ya que sus compartimientos me ayudaban a mantener todo en orden. En esta he llevado todos los documentos, cámaras, baterías, portátil, trípode, powerbanks, adaptadores para enchufe… todo lo electrónico iba aquí. No me arrepiento de haberlo hecho porque fue la mochila con la que salía todos los días.
Si deseas llevar una mochila adicional tienes muchas opciones: puedes hacer lo mismo que yo y llevar dos mochilas, o llevar alguna de tela mucho más pequeña, alguna riñonera… esto dependerá de tus necesidades y es algo que puedes prever. Si te llega a pasar que estás en tu viaje y no has llevado una mochila secundaria siempre podrás conseguir algo en el camino que te sirva por lo que no es algo en lo que debes comerte la cabeza.
Al empezar mi viaje, mis mochilas estaban entre el 60 y el 80 por ciento de su capacidad. Quería dejar espacio para recuerdos y no preocuparme por si me quería llevar algo que sea voluminoso. Hice lo correcto porque en Beijing terminé comprando muchas cosas que llevaron la mochila a estar casi llena.
Cómo cuidar tu mochila en el viaje
Nadie está libre de que los amigos de lo ajeno se fijen en tus cosas, lo más seguro es que dejes tu mochila en tu alojamiento para poder explorar el lugar donde te encuentras y eso conlleva separarnos de nuestro equipaje. Pero eso no significa que no podamos minimizar el riesgo a que alguien quiera llevarse tus pertenencias en el momento que menos te lo esperas. Si bien es improbable que esto suceda es mejor no dejar esto a la suerte. Para ello hay una serie de cosas que hay que tener en cuenta:
Elige bien el alojamiento: Hay todo tipo de hostales y es importante saber cuáles son las opciones que tenemos para que nuestra mochila esté lo más segura posible. Intenta elegir hostales que frecuenten los viajeros y evita los que ofrecen largas estadías; alguien que ya ha estado un mes en la habitación donde estás tú se le hará más fácil encontrar el momento perfecto para adueñarse de lo que no es suyo. Todo lo que minimice el acceso a la habitación y te de privacidad es bienvenido. Muchos hostales suelen ofrecer casilleros, algunos con espacio suficiente para todo tipo de mochilas.
Trata de que tu mochila no llame la atención: si llevas cámaras, portátil y ciertos artículos de valor es importante que evites enseñarlo en la medida de lo posible. En mi caso yo siempre llevé todo esto conmigo y dejaba la mochila grande con las cosas que me podía permitir perder en caso de robo. Al salir de tu habitación, deja la mochila cerrada y en un lugar donde no puedan acceder a ella sin esfuerzo. Un buen lugar suele ser debajo de la cama o en una esquina de la habitación donde no hay un fácil acceso.
Incluye elementos de seguridad: existen cables de seguridad con candado con los que puedes amarrar la mochila junto con algún mobiliario pesado y así evitar que se la lleven. Yo no los he usado pero he visto gente que sí y es una opción interesante.
En los buses, ten un ojo en la bodega: si viajas en bus al hacer alguna parada en el camino existe la posibilidad de que alguien se lleve tu mochila (¡incluso sin querer!). Aunque es muy improbable, no está de más ver el movimiento que hay ahí y así prevenir algún incidente con tu equipaje.
Lo de lavar la ropa…
Lavar la ropa es algo que te puede preocupar pero lo cierto es que en la gran mayoría de alojamientos podrás hacerlo sin problemas. Algunos hostales cobran una tarifa pequeña por ello, otros te lo ofrecen gratis y algunos solo te piden que uses tu detergente. La única vez que tuve un pequeño problema fue en Mongolia porque la encargada del hostal no supo decirme si podía usar la lavadora o no, aunque fue más por mi dejadez porque esperé a no tener nada limpio para lavar. Lo solucioné en 5 minutos al ir a una lavandería cerca del hostal y en una hora tenía mi ropa limpia.
Viajar te hará ver que hay muchas cosas que realmente no necesitas en tu día a día. Ten esto en cuenta a la hora de armar tu mochila y te aseguro que tendrás un equipaje que será ligero y funcional con el que podrás llegar a cualquier rincón del mundo.
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